martes, 29 de diciembre de 2015

Pinturas de Rembrandt !!!

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!! REMBRANDT, el pintor más famoso del Siglo de Oro holandés !!


Pintores famosos: Rembrandt - Galería Nacional de Arte, Washington D.C., Estados Unidos.
Conocido por sus cuadros históricos, retratos y, en especial, por los autorretratos que pintó desde su juventud en los que se le ve envejecer y la evolución de su técnica pictórica. Es tan popular su dominio en el tratamiento de las luces y las sombras que en los retratos fotográficos se practica la llamada iluminación Rembrandt.

Rembrandt - Dominio público / Wikimedia Commons
Autoretrato,   1628




Rembrandt Harmensz van Rijn era hijo de molineros, aunque de buena posición, por lo que pudo estudiar y llegar a la universidad (1620).
Sin embargo, y como otros colegas, la pasión por el arte pudo más y, dejando sus estudios al año siguiente, entró a formar parte del taller de un pintor de su ciudad natal, Jacob van Swanenburgh.
Tres años más tarde se trasladó a Amsterdam, al taller de un pintor de mayor reconocimiento, Pieter Lastman. En esa ciudad adquiere su influencia italiana y su admiración por Caravaggio.
En 1625 Rembrandt decidió que era momento de abrir su propio taller y lo hizo en Leiden junto a un socio, Jan Lievens, al que conoció en Amsterdam. De esos años es “La lapidación de San Esteban”, su obra más conocida de esa época. Pronto recibió reconocimiento y popularidad.
En 1630 vuelve a instalarse en Amsterdam, tras la muerte de su padre y recibe importantes encargos de un marchante de arte llamado Hendrick van Uylenburgh, con quien se asocia.

 Obras de estos años son “La lección de anatomía del doctor Tulp” (1632) que le valió más fama y encargos. Su fama como retratista, minucioso y capaz de captar el espíritu del retratado, le colocó en una situación social y económica envidiable.
En 1634 Rembrandt se casa con Saskia van Uylenburgh a quien conoció por ser sobrina de su socio, que además era muy adinerada.
Saskia se convirtió en un apoyo imprescindible en su vida, además de musa y modelo. De esos años son obras como “El banquete nupcial de Sansón” (1638), “El sacrificio de Isaac” (1635), “Saskia con sombrero” (1635), autorretratos y paisajes.
Todo parecía ir bien hasta que en 1642, seis meses después del nacimiento de su único hijo vivo Titus, Saskia muere de tuberculosis y se inicia una espiral de decadencia para Rembrandt: los problemas financieros le llevan a la bancarrota, la niñera de Titus le demanda por incumplimiento de promesa de matrimonio y es juzgado por su relación con su joven sirvienta, acusado de concubinato en una sociedad tremendamente puritana y rígida.
Lo cierto es que la sirvienta, de nombre Heindrickje Stofeels, le acompañará ya el resto de sus días, hasta su muerte en 1663. Fruto de esa relación es una hija, Cornelia. Son numerosos los cuadros en los que es modelo, como “Hendrickje en el lecho” (1649-50).
Él sigue pintando y es el momento en que pasa de la exuberancia del estilo barroco a una etapa muy detallista, con colores vibrantes, personajes más humanizados y temas adaptados a la mentalidad religiosa de la sociedad holandesa. De esos años es “La cena de Emaús” (1648). En 1656 todo su patrimonio, con obras incluidas, será vendido en subasta pública.
En la década de 1660 vuelven los encargos: pinta “Los síndicos de los pañeros” (1662), “La novia judía” (1666) o la inquietante “Lección de anatomía del doctor Leyman” (1656). Rembrandt recupera su prestigio y adopta su estilo característico de los últimos años: largas pinceladas, claroscuros y atmósferas que definen a sus personajes.
Vemos los efectos de la luz dorada y la influencia de Tiziano y la escuela veneciana, como en su “Autorretrato con paleta” (1665-66). Gestos, rasgos y ademanes están perfectamente estudiados y ejecutados.

En 1668 muere su hijo Titus. Rembrandt fallece el 4 de octubre de 1669, en Amsterdam, siendo un modelo difícil de encajar en su época pero un referente en la historia del arte. Fue autor, además, de unos 1.500 dibujos y 400 grabados.

Obras más famosas de Rembrandt

  • La ronda de noche (1642)
  • El buey desollado (1643)
  • Mujer bañándose (1654)
  • La lección de anatomía del Doctor Tulp (1662)
  • Serie de autorretratos a lo largo de su vida.







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domingo, 6 de diciembre de 2015

RAFAEL, sus pinturas !!!

RAFAEL, ! genial pintor del renacimiento !!!



(Raffaello Santi, también llamado Rafael Sanzio o Rafael de Urbino; Urbino, actual Italia, 1483 - Roma, 1520) Pintor y arquitecto italiano. Por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la armonía en la composición y el dominio de la perspectiva, la obra de Rafael Sanzio constituye, junto con la de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, una de las más excelsas realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de la época y en el arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael contaba once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años trabajaba ya como artista independiente. No se conoce con exactitud qué tipo de relación mantuvo Rafael con Perugino, del que unos lo consideran discípulo y otros socio o colaborador. Sea como fuere, lo cierto es que superó rápidamente a Perugino, como se desprende de la comparación de sus Desposorios de la Virgen con los de este último. Desde 1504 hasta 1508 trabajó fundamentalmente en Florencia, en donde recibió la influencia del arte de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.

De entre sus obras de este período (El sueño del caballero, Las tres Gracias), las más celebradas son sus variaciones sobre el tema de la Virgen y la Sagrada Familia. Los personajes sagrados, dotados de cautivadores toques de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de paisajes sencillos y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael da muestras de su inigualable talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas religiosos. Su maestría en la composición y la expresión y la característica serenidad de su arte se despliegan ya en plenitud en la Madona del gran duque, La bella jardinera o La Madona del jilguero, entre otras obras.

La bella jardinera (1507), de Rafael
En 1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el Vaticano. Aunque contaba sólo veinticinco años, era ya un pintor de enorme reputación. En las habitaciones de Julio II, conocidas en la actualidad como Estancias del Vaticano, Rafael pintó uno de los ciclos de frescos más famosos de la historia de la pintura.
Entre 1509 y 1511 decoró la Estancia de la Signatura, donde pintó las figuras de la Teología, la Filosofía, la Poesía y la Justicia en los cuatro medallones de la bóveda, para desarrollar de forma alegórica estos mismos temas en cinco grandes composiciones sobre las paredes: El triunfo de la Eucaristía, La escuela de Atenas, El Parnaso, Gregorio IX promulgando las Decretales y Triboniano remitiendo las pandectas a Justiniano, estas dos últimas alusivas a la justicia. En un espacio de gran amplitud, organizado con un perfecto sentido de la perspectiva, Rafael dispone una serie de grupos y figuras, con un absoluto equilibrio de fuerzas y una sublime elegancia de líneas. No se puede pedir mayor rigor compositivo ni un uso más magistral de la perspectiva lineal.

La escuela de Atenas (1511), de Rafael
En la Estancia de Heliodoro, decorada de 1511 a 1514, Rafael desarrolló cuatro temas históricos, acentuando en cada uno de ellos un rasgo plástico determinado: el claroscuro en La liberación de San Pedro, la riqueza del colorido en la Misa de Bolsena, etc. En la estancia del Incendio del Borgo (1514-1517) predomina ya la aportación de los discípulos sobre la del maestro, lo mismo que en la Estancia de Constantino, donde sólo la concepción del conjunto corresponde a Rafael.
El pintor simultaneó la decoración de las Estancias del Vaticano con la realización de otras obras, como los frescos de El triunfo de Galatea para la Villa Farnesina. A este período corresponden también numerosos cuadros de la Virgen con el Niño, algo más solemnes y menos cautivadores que los de la etapa florentina. Los retratos romanos, en cambio, superan en veracidad y penetración psicológica a los florentinos. En ambos casos, el dibujo es de una calidad inigualable y el colorido, discreto, servidor de la forma.
A partir de 1518, Rafael se ocupó de la decoración de las Logias del Vaticano con pequeñas escenas del Antiguo Testamento envueltas en paneles de grutescos. La Transfiguración, última obra del artista, es considerada por algunos el compendio perfecto de su arte. Sus trabajos arquitectónicos, de menor importancia que los pictóricos, incluyeron la dirección de las obras de San Pedro del Vaticano.











jueves, 26 de noviembre de 2015

Salvador Dali


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Salvador Dalí

(Figueres, Gerona, 1904 - 1989) Pintor español. Si bien parte del inmenso prestigio y popularidad de que gozó ya en vida se debió a sus estrafalarias e impostadas excentricidades, Salvador Dalí acertó a insuflar nueva vida al surrealismo europeo hasta convertirse en su más conocido representante; sus confusas ideas estéticas (el llamado método paranoico-crítico) fueron mucho menos decisivas que sus impactantes composiciones, a las que trasladó con magistral precisión técnica un personalísimo universo onírico y simbólico, tan nítido y luminoso como profundamente inquietante y perturbador.
Salvador Dalí

Salvador Dalí nació en una madrugada de la primavera de 1904 en el seno de una familia burguesa, hijo de un notario bienpensante y de una sensible dama aficionada a los pájaros. Muchos años más tarde escribiría en su autobiografía La vida secreta de Salvador Dalí (1942): "A los tres años quería ser cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se aleja de mí".
Puesto que la persecución sería incesante y el objetivo no habría de alcanzarse nunca, y dado que en ningún recodo de su biografía estaba previsto que hallara el equilibrio y la paz, Dalí decidió ser excesivo en todo, interpretar numerosos personajes y sublimar su angustia en una pluralidad de delirios humorísticos y sórdidos. Se definió a sí mismo como "perverso polimorfo, rezagado y anarquizante", o "blando, débil y repulsivo", aunque para conquistar esta laboriosa imagen publicitaria antes hubo de salvar algunas pruebas iniciáticas, y si el juego favorito de su primera infancia era vestir el traje de rey, ya a los diez años, cuando se autorretrata como El niño enfermo, explora las ventajas de aparentar una constitución frágil y nerviosa.
Su precocidad es sorprendente: a los doce años descubre el estilo de los impresionistas franceses y se hace impresionista; a los catorce ya ha trabado conocimiento con el arte de Picasso y se ha hecho cubista, y a los quince se ha convertido en editor de la revista Studium, donde dibuja brillantes pastiches para la sección titulada "Los grandes maestros de la Pintura".
La Residencia de Estudiantes
En 1921 abandona su Cataluña natal y se traslada a Madrid, donde ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Instalado en la Residencia de Estudiantes, se hace amigo del gran poeta granadino Federico García Lorca y del futuro cineasta surrealista Luis Buñuel, de quien sin embargo se distanciará irreversiblemente en 1930. En la capital adopta un extraordinario atuendo: lleva los cabellos largos, una corbata desproporcionadamente grande y una capa que arrastra hasta los pies. A veces luce una camisa azul cielo adornada con gemelos de zafiro, se sujeta el pelo con una redecilla y lo lustra con barniz para óleo. Es difícil que su presencia pase desapercibida.
En los revueltos y conflictivos meses de 1923 sufre un desafortunado contratiempo. En la Academia de Bellas Artes a la que está adscrito se producen manifestaciones en contra de un profesor, y antes de que dé comienzo el discurso oficial y se desate la violenta polémica, Salvador abandona la sala. Las autoridades creen que este gesto suyo ha sido la señal de ataque y rebelión y deciden expulsarlo durante un año. Después, de nuevo en Figueres, los guardias vienen a detenerlo y pasa una temporada en la cárcel.
La persistencia de la memoria (1931)

A la salida de prisión recibirá dos alegrías. La primera, una prensa para grabado que su padre le regala, y la segunda, la visita de su excelente compañero de la Residencia de Estudiantes de Madrid, Federico García Lorca, quien en las calurosas noches del verano de Cadaqués lee a toda la familia Dalí sus versos y dramas recién compuestos. Es allí, junto al Mediterráneo, donde García Lorca redacta la célebre "Oda a Salvador Dalí", publicada unos años después, en 1929, en la Revista de Occidente. Pronto será también Luis Buñuel quien llegue a Cadaqués para trabajar con su amigo Salvador en un guión cinematográfico absolutamente atípico y del que surgirá una película tan extraña como es Un perro andaluz (1929).
En París
En 1927 Dalí viaja por primera vez a París, pero es al año siguiente cuando se establece en la capital francesa. Se relaciona con Pablo Picasso y Joan Miró y, con la ayuda de este último, se une al grupo surrealista que lidera el poeta André Breton. En 1929 expone en la Galería Goemans y obtiene ya un gran éxito; las originales imágenes de sus cuadros, en las que los objetos se muestran con irritante precisión, parecen adentrarse en unas profundidades psíquicas anormales y revelar un inconsciente alucinatorio y cruel. Pero Breton terminará expulsándolo del movimiento algunos años después, en una memorable sesión de enjuiciamiento a la que Dalí compareció cubierto con una manta y con un termómetro en la boca, aparentando ficticiamente estar aquejado de fiebre y convirtiendo así el opresivo juicio en una ridícula farsa.
La triple acusación a la que tuvo entonces que enfrentarse Dalí fue coquetear con los fascismos, hacer gala de un catolicismo delirante y sentir una pasión desmedida e irrefrenable por el dinero. A esto precisamente alude el célebre apodo anagramático con que sería motejado por Breton, Avida dolars, acusación que, lejos de desagradar al pintor, le proporcionaba un secreto e irónico placer. De hecho, después de conocer a la que sería su musa y compañera durante toda su vida, Gala, entonces todavía esposa de otro surrealista, el poeta Paul Éluard, Dalí declaró románticamente: "Amo a Gala más que a mi madre, más que a mi padre, más que a Picasso y más, incluso, que al dinero."
Gala y Dalí

Salvador Dalí se enamoró de Gala en el verano de 1929 y con ella gozó por primera vez de las mieles del erotismo. Es la época en que pinta Adecuación del deseo, Placeres iluminados y El gran masturbador, pintura esta última que fue atacada y desgarrada por el fanático grupo puritano los Camelots du Roy. Mientras tiene lugar la exposición de sus obras en la Galería Goemans de París, la joven y apasionada pareja se refugia y aísla en la Costa Azul, pasando los días y las noches encerrados en una pequeña habitación de un hotel con los postigos cerrados.
Enterado de la vida disoluta de su hijo por un artículo de Eugenio d'Ors aparecido en La Gaceta Literaria, el padre de Dalí rompe relaciones con su vástago; pero ello no debió afectarlo demasiado, o quizás sí, puesto que es en esa época cuando el artista realiza lo mejor de su obra, como el célebre cuadro La persistencia de la memoria (1931), donde blandos relojes cuelgan de la rama de un árbol, del borde de un pedestal y sobre una misteriosa forma tendida en la vasta extensión de la playa.
El surrealismo daliniano
Antes de llegar a París, el artista había realizado su primera exposición en las Galerías Dalmau de Barcelona, en 1925, y su obra había transitado por el cubismo y las corrientes realistas, como en Muchacha en la ventana (1925) o su primera Cesta de pan (1926). Cuando Dalí se incorporó al grupo surrealista, el movimiento atravesaba momentos de fuertes contradicciones internas. La vitalidad y extravagancia de aquella joven promesa española resultó decisiva para la renovación y proyección del grupo, del que también por su parte absorbió energías que resultaron en la etapa más apreciada de su obra. En teoría, sus mejores cuadros fueron el fruto de la aplicación del llamado "método paranoico-crítico", que Dalí definió como un sistema espontáneo de conocimiento irracional "basado en la asociación interpretativo-crítica de los fenómenos delirantes".
Tal metodología propugna un alejamiento de la realidad física en favor de la realidad mental: gracias a un uso controlado de la alucinación y del sueño (lo paranoico o irracional debe someterse a la lucidez interpretativa o crítica), los objetos de la vida cotidiana se convierten en iconos de los deseos y temores del ser humano. A través de sus obras y siguiendo los dictados de las teorías freudianas, el artista saca a la luz los aspectos más ocultos de su vida erótica, sus fantasías y sus deseos. Dalí pretendía que sus telas fueran contempladas como sueños pintados; sus imágenes de relojes blandos, miembros hipertróficos sostenidos por muletas y elefantes de patas zancudas, por citar algunas de las más conocidas, son a la vez expresión y liberación de las obsesiones sexuales y de la angustia ante la muerte.
El gran masturbador (1929)

Probablemente para Dalí era menos relevantes su teorizaciones que el tono provocador e irónico con que las exponía. En cualquier caso, la plasmación de sus obsesiones personales es el motivo que aglutina la mayor parte de sus telas en esta etapa, en la que se sirvió de las técnicas del realismo ilusionista más convencional para impactar al público con sus insólitas e inquietantes visiones, que a menudo aluden directamente a la sexualidad. El gran masturbador (1929, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid) es en este sentido una obra paradigmática de este periodo.
Una magnífica ilustración del método es el cuadro titulado Mercado de esclavos con el busto evanescente de Voltaire (1940, Fundación Reynolds-Morse, Cleveland), en el que el rostro del filósofo está constituido por dos figuras que, simultáneamente, forman parte del grupo humano del segundo término. A la izquierda, contempla la escena una mujer que se apoya en una mesa; el contenido de los fruteros sobre la mesa es a su vez parte del conjunto de figuras que participan en el mercado que da título a la tela.
Mercado de esclavos con el busto evanescente de Voltaire (1940)

El enigma sin fin (1938, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid) o las múltiples reinterpretaciones delirantes del famoso Ángelus de Millet constituyen otros excelentes ejemplos de ese reiterado juego de perversión significativa de la imagen. La obsesión paranoica de que bajo el aparente misticismo de la escena campesina latía la presencia de la muerte llevó a Dalí a pedir al Louvre que realizara una radiografía del cuadro, lo que permitió ver en el lugar que ocupa la carretilla el contorno de un ataúd que Millet había pintado originalmente, confirmando así su propia intuición paranoica.
La consagración internacional
Unos pocos años en el grupo bastaron para que Dalí se convirtiese en la gran figura del surrealismo y su obra alcanzase una considerable resonancia internacional. En 1934 viaja con su ya inseparable Gala a Estados Unidos, donde desembarca y se presenta ante los periodistas con un enorme pan cocido por el cocinero del trasatlántico que les ha transportado. En sus erráticas manifestaciones no duda en asociar el mito hitleriano con el teléfono y a Lenin con el béisbol. Son todas bromas absurdas que tratan de quitar hierro a una situación política amenazante. Dos años después se desata la atroz guerra civil en España y una de las primeras muestras de la probidad de los militares insurrectos es el infame asesinato de su amigo Federico García Lorca, crimen que conmocionó a la opinión pública mundial. Dalí escribió: "Lorca tenía personalidad para dar y vender, la suficiente para ser fusilado, antes que cualquier otro, por cualquier español."
En 1938 conoce por fin, gracias al escritor vienés Stefan Zweig, a Sigmund Freud, quien había sido el gran inspirador de la estética surrealista, de la que Dalí no se siente marginado pese a las bravatas de Breton; por el contrario, se considera el único y más genuino exponente del movimiento. El padre del psicoanálisis había dado pábulo a la nueva indagación del inconsciente con su libro La interpretación de los sueños (1900), pero nunca se había tomado demasiado en serio a sus jóvenes admiradores de París. No obstante, el 20 de julio de 1938, tras el encuentro, Freud anotó en su diario: "Hasta entonces me sentía tentado de considerar a los surrealistas, que aparentemente me han elegido como santo patrón, como locos integrales (digamos al 95%, como el alcohol puro). Aquel joven español, con sus espléndidos ojos de fanático e innegable dominio técnico, me movió a reconsiderar mi opinión". Por su parte, el artista realizó asombrosos y alucinantes retratos del "santo patrón" de los surrealistas.
Premonición de la Guerra Civil (1936)
Famous Introverted People: Salvador <b>Dali</b> ⋆ LonerWolf

Instalado otra vez en Nueva York en 1939, Dalí acepta un encargo para decorar unos escaparates comerciales. El tema que elige es el del Día y la Noche, el primero evocado por un maniquí que se mete en una bañera peluda y la segunda por medio de brasas y paños negros extendidos, pero la dirección modifica el decorado sin consultar al autor. Dalí, iracundo, vuelca la bañera de astracán llena de agua y la lanza contra los cristales del escaparate produciendo un gran estrépito y un notable destrozo. Pese a que la opinión pública norteamericana le aplaude el vigor con que ha sabido defender la propiedad intelectual, es juzgado por los tribunales y condenado a pagar los desperfectos. Tampoco consigue concluir su siguiente proyecto para decorar un pabellón de la Feria Internacional de Nueva York, el cual debía llevar el significativo título de Sueño de Venus.
El desarrollo de la Guerra Civil española (cuyo estallido había intuido en Construcción blanda con judías hervidas, luego titulado Premonición de la Guerra Civil, 1936) y el presagio de la Segunda Guerra Mundial había provocado en Dalí el deseo de refugiarse en un mundo sin conflictos, y sublimó su experiencia surrealista retomando la iconografía renacentista e interesándose, sobre todo, por el valor económico de sus cuadros; esto le convirtió en el Avida dolars con que Breton, reordenando las letras de su nombre, le había bautizado.
De particular relevancia en cuanto a la evolución de su obra resulta el viaje que realizó a Italia en 1937; tras el contacto directo con los clásicos, adquirió cierto gusto por los temas religiosos y por una técnica más academicista, que durante mucho tiempo seguiría aplicando, no obstante, a lo onírico y extraño; pueden destacarse, entre otros muchos ejemplos, lienzos como Madonna de Port Lligat (1950, Museo Minami, Tokio), Crucifixión (1954, Museo Metropolitano, Nueva York) y La última cena (1955, National Gallery, Washington). Al mismo tiempo, el pintor producía una enorme cantidad de objetos decorativos carentes de la fuerza transgresora de sus primeras obras surrealistas.
Detalle de La última cena (1955)
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Últimos años
En 1948 regresó a España, fijando su residencia de nuevo en Port Lligat y hallando en el régimen del general Franco toda suerte de facilidades. El gobierno incluso declaró aquel rincón catalán que tanto fascinaba al pintor "Paraje pintoresco de interés nacional". Para muchos historiadores del arte lo mejor de su obra ya había sido realizado y, sin embargo, aún le quedaban cuarenta años de caprichosa producción y de irreductible endiosamiento y exhibicionismo, con apariciones públicas del estilo de la que protagonizó en diciembre de 1955, cuando se personó en la Universidad de la Sorbona de París para dar una conferencia en un Rolls Royce repleto de coliflores. En vida del artista incluso se fundó un Museo Dalí en Figueres; ese escenográfico, abigarrado y extraño monumento a su proverbial egolatría es uno de los museos más visitados de España.
Durante los años setenta, Dalí, que había declarado que la pintura era "una fotografía hecha a mano", fue el avalador del estilo hiperrealista internacional que, saliendo de su paleta, no resultó menos inquietante que su prolija indagación anterior sobre el ilimitado y equívoco universo onírico. Pero quien más y quien menos recuerda mejor que sus cuadros su repulsivo bigote engominado, y no falta quien afirme haberlo visto en el Liceo, el lujoso teatro de la ópera de Barcelona, elegantemente ataviado con frac y luciendo en el bolsillo de la pechera, a guisa de vistoso pañuelo, una fláccida tortilla a la francesa.

Pinturas de Salvador Dali

LA QUE SE AVECINA EN CLASE: WEBQUEST DALÍsalvador_dali1_1000Por Amor al Arte: Salvador Dalí.external image dali1.jpg

lunes, 16 de noviembre de 2015

Pinturas de Rodrigo Peñalba





Rodrigo Peñalba

Rodrigo Peñalba (15 de mayo de 19083 de junio de 1979) fue un pintor nicaragüense.

Biografía




Nació en León, Nicaragua.En 1925 estudió pintura en Estados Unidos y México.Luego desde 1933 a 1946 estudió en diversas academias de pinturas.
Después de que regresara a Nicaragua, fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Nicaragua (1960–1973). Participó en varias exposiciones nacionales e internacionales y en varios concursos.El 3 de junio de 1979. Pasó su infancia y primera adolescencia en León. Hijo de don Pastor Peñalba Argüello, heredó de su padre la vocación y el oficio de pintor. Bachiller del Colegio Centroamérica de Granada, marchó en 1925 a México y Estados Unidos a estudiar pintura. Posteriormente estudió en la Academia de San Fernando de Madrid (1933-1937) en la Academia de San Carlos de México (1937-1939), y en la Regia Scuola di Belle Arti, en Roma (1938-41). Regresó a América en 1946, expuso en Nueva York y Washington en el gran momento inicial de la Escuela de Nueva York y su pintura expresionista y figurativa, fue saludada por la crítica estadounidense. En 1948 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Nicaragua, en Managua, desde la cual a lo largo de dos décadas (1960-1973), amaestró, fundamentó, estimuló y organizó el movimiento pictórico nicaragüense. Es el pionero y el maestro por excelencia de nuestras artes plásticas. Desde 1946 hasta poco antes de su muerte participó en innumerables exposiciones colectivas nacionales e internacionales, dos retrospectivas y varios concursos. Nutrido del arte moderno europeo y mexicano, se propuso explorar y expresar la americanidad y concretar un arte integral (pintura, escultura y arquitectura), iniciando en Nicaragua el muralismo y el materismo y realizando la pintura religiosa colonial y el retrato criollo y burgués de los siglos XVIII y XIX.
Murió el 3 de junio de 1979 en San Pedro SulaHonduras.



sábado, 7 de noviembre de 2015

Pinturas de Leoncio Sàenz






Leoncio Sàenz - Pintor Matagalpense


Leoncio Sáenz nació el 13 de Enero de 1935 en el vallecito de “Pacsila” (Pac-frijol, Sila-escaso. Valle escaso en frijoles según la lengua matagalpa) municipio de Matagalpa, Nicaragua. Desde su infancia fue atraído por las ceremoniales actividades religiosas que pronto empezó a reflejar en sus dibujos. En 1948 el Obispo de Matagalpa Octavio Calderon y Padilla descubrió sus dotes artísticas y le dio una beca para sus estudios de primaria en el Colegio San Luis Gonzaga en la ciudad de Matagalpa. Allí le conocí yo (relata Eddy Khull, historiador Matagalpino), quien también era bueno al dibujo, el estaba en grados superiores, pero coincidíamos en una clase de dibujo que impartía la señorita Rosalpina Arnesto, recuerdo que en un concurso de pinturas al final del año, yo estaba esperanzado en el premio, pero para mi sorpresa la gano un muchacho del “valle de los cheles” llamado Leoncio Saenz, y con mucha razón. Luego paso a estudiar a la ciudad capital, allí estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes donde se graduó. Fue miembro fundador del Grupo Praxis y de la Galería del mismo nombre, fue Director de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional. Desde 1958 participo en exposiciones colectivas y personales en Guatemala, México, Estados Unidos, España, Puerto Rico, Brasil, Chile, Union Soviética, Mozambique, Taiwán. Bulgaria, Alemania; y en ciudades como Madrid, Sevilla, Las Canarias, Barcelona, San Salvador, San José Tegucigalpa, Sao Paulo, La Habana Recibió muchos premios en su carrera de gran labor artística, así en 1963 participó como dibujante en la exposición de Madrid “Arte de España y América” donde representó a Nicaragua junto al gran pintor Armando Morales. En los años ochenta viajo a Alemania Oriental a un simposio internacional del Grabado En 1988 recibió la Orden Cultural Rubén Darío. En el 2000 fue declarado Ciudadano del Siglo por la organización privada "FUNDEMOS" y también por el Instituto Cultural "Rubén Darío". En una exposición conjunta de orfebrería, plásticas y escultura, en 2002 Leoncio Saenz hizo una reseña del arte nacional, mientras Abel Vargas reseño sobre la nueva dimensión de la pintura primitivista. En 1999 la Galería de arte “Epikentro”, inicio un ciclo de exposiciones con pinturas de Leoncio Saenz. Auramarina Espinoza, directora de "Galería Epikentro" en esa oportunidad escribió: “Además de gran pintor y discípulo distinguido de Rodrigo Peñalba, a Leoncio se le considera en nuestro país como el “Padre del Dibujo”. La crítica de arte, Marta Traba, internacionalmente conocida afirmo, que los dibujos en blanco y negro de los años sesenta de Sáenz, encierran una tremenda vigorosa fuerza. Pero Leoncio Sáenz, además de insigne dibujante y destacado muralista, destaco con relativo éxito en la Escultura.-
 Como muralista, pintó sendos murales en los extremos Norte y Sur del Supermercado Plaza España (Managua), el mercado español y el tiangue indígena, en estilizados dibujos coloreados. Esta obra es considerada por el autor como su “Capilla Sixtina”. La presente muestra, abundante en temas bíblicos, retoman el gran formato amuralado, ahora en tela, con su ya conocido sello personal de hábil manejo de la simbología en la composición y el diseño haciendo uso del color en el dibujo” Sáenz por medio de su pintura logró rescatar símbolos de la cultura prehispánica y colonial creando con ello bellísimos murales donde refleja el mestizaje propio de América, con la finalidad de difundir las expresiones folclóricas de los pueblos nicaragüenses. Leoncio Sáenz recupero el arte indígena prehispánico de Nicaragua, es decir nuestra identidad autóctona, “escurcador” de nuestro pasado indígena, en resumen es considerado como el mayor dibujante del país. Rescato también religiosidad popular de nuestra cultura mestiza, es decir lo indígena y el catolicismo colonial español. Creador de una pintura que reúne leyendas del mundo prehispánico, y colonial, del dibujo que relata sus mitos e historias. Leoncio es una leyenda en el mundo de la plástica nicaragüense por su dibujo de líneas puras, expresivas y meditadas. Leoncio introdujo en su pintura elementos de la cerámica, nuestros jeroglíficos y pinturas rupestres precolombinas, “nuestras verdaderas raíces” decía el, así le encantaba el arte precolombino, el arte maya, el azteca, el matagalpa de Chaguitillo En Nicaragua se encuentran obras de Saenz en: el Banco Central. Museo Julio Cortázar, Centro de Convenciones Olof Palme, Supermercado La Colonia Plaza España, Banco Nicaragüense, Restaurante Los Ranchos, Teatro Nacional Rubén Darío, Ministerio de Relaciones Exteriores, y antiguo Banco del Café. Leoncio Saenz obtuvo, entre otros premios en pintura, los siguientes: 1981 Certamen Nacional de Artes Plásticas, Premio en Pintura. 1982- Certamen Nacional de Artes Plásticas: “Luchamos Por la Paz y la Soberanía” Premio en Dibujo. 1988 Orden Independencia Cultural “Rubén Darío”. 1997 Miembro Fundador de la Asociación Nicaraguense de Artistas Visuales. Entre sus obras podemos mencionar: “El Tiangue” o mercado indígena, son murales en relieve en Supermercado Mantica; “La Anunciación a la Virgen María”; “Moisés recibiendo las tablas de la ley; “La conversión de San Paulo en camino a Damasco”: “La puesta en el sepulcro” y otros. Lo último que hizo dentro de la pintura religiosa fue la ilustración de la Biblia. Yo poseo uno en mi biblioteca del “Nacimiento de Jesus en su pesebre”, firmado el año 2004. Publicado con licencia del historiador Eddy Khull. Matagalpa, Nicaragua, CA.